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Jul 14

Marcos López. Clásico y Moderno

La muestra Marcos López. Clásico y Moderno reúne una serie de sesenta  imágenes –algunas del mismo autor y otras halladas en anticuarios- pintadas e intervenidas  a mano por el destacado artista visual. El creador multidisciplinario consigue fotos antiguas en los anticuarios de San Telmo y las interviene con todo tipo de materiales, resignificándolas y creando piezas únicas. 

Marcos López utiliza infinitas variables a la hora de intervenir las imágenes provocando una especie de “surrealismo precario” según sus propias palabras, y aún conservando la magia original de las fotografías. 

Esta exposición se podría llamar «El pasado», y el título funcionaría perfecto. Toda fotografía tiene que ver con el pasado. Hasta las selfies hechas con los teléfonos. Atrapar el recuerdo. Si me pongo a pensar por qué desde hace tres o cuatro años me puse obsesivamente a revisar cajas de fotos viejas en los anticuarios de San Telmo, me parece que tiene que ver con que desde hace un tiempo -yo diría desde que cumplí 60- siento que ya todo lo que tenía que fotografiar, lo fotografié. Los temas, las luces, las situaciones que tienen que ver con una reflexión visual sobre «La Identidad Cultural» (con mayúsculas), ya las hice. Además, siempre me gustó pintar. Y con la pandemia la ecuación de pintar fotos antiguas y de quedarme dentro de mi casa fue una excusa perfecta para terminar una serie de más de cien fotos pintadas a mano (tengo cajas llenas).

Todo este último tiempo fue un trabajo de laborterapia ocupacional. Los temas se repiten y son todos temas centrales a mi estructura emocional, cultural, de identidad, de formación y de traumas irresueltos: comuniones católicas y casamientos para toda la vida.

La fotografía analógica y sus copias en plata gelatina tienen una fuerza energética, un aura y un misterio muy potente. Tienen un autor y aparece gente de verdad. Me gusta el hecho de pintar arriba de una novia un fuego o un cocodrilo o un lobo que amenaza a comerse a una niña cuyo vestido de comunión yo lo transformó en caperucita roja. Me da un placer enorme soltarme en un trazo infantil sin bocetos, directo al original, y también al mismo tiempo me da culpa. Siempre traté de ser «transgresor» con mi obra, y siempre lo viví con miedo y culpa. Esos sentimientos están en esta muestra. Hay también una especie de surrealismo precario.

Otra cosa que me resulta interesante es que todas las obras son originales, son objetos. Tienen olor a químico. Son pinturas pero al mismo tiempo son estructuralmente fotografías. 

La mirada de ilusión de una novia en un retrato de estudio, por más cielos rosados fluo, muebles con tapizados de leopardo y maridos con cuernos de diablo que yo les pinte, en el fondo sigue teniendo, en la mirada y el gesto, la magia original de la fotografía.

El «hallazgo» característico de la fotografía (yo creo Benjamin o Cartier Bresson o no me acuerdo quien, la definió como la «la estética del hallazgo») en este caso se da en el hallazgo de la foto en el cajón de fotos viejas de los anticuarios de mi barrio: San Telmo.

La muestra se llama «Marcos López – Clásico y Moderno». Me gusta como suena. Alrededor de 70 imágenes pintadas a mano, algunas mías de plata gelatina y la mayoría antiguas, pintadas con todo tipo de materiales. Desde spray aerosol fluo, collages con aplicaciones de pelo de verdad, pintura dorada para corona de reyes del coronavirus…

Ya me intimaron a cerrar la lista de obras y sigo yendo todos los días a los anticuarios a ver si encuentro alguna foto nueva que me diga algo nuevo. 

Marcos López

 

Sobre Marcos López

Es fotógrafo y artista plástico. Comenzó a tomar fotografías en 1978.

En el 82 obtuvo una beca de perfeccionamiento del Fondo Nacional de las Artes y se traslada a Buenos Aires donde estudia asistiendo a talleres de distintos fotógrafos.

En 1987 integró la 1o promoción de becarios extranjeros de la Escuela Internacional de Cine y TV de Cuba y y realiza documentales en video. Su documental sobre el tango en Cuba (Gardel Eterno, video U-matic 13 minutos / 1988) es considerado como su inicio en la estética del Pop Latino.

Durante su carrera ha recibido numerosos premios y distinciones. Su obra se ha exhibido en

distintos museos y galerías de arte de todo el mundo, las más destacadas de los últimos años son Toledo Contemporánea (Toledo, España, 2014), Pop Latino / Subrrealismo criollo. Instituto Cervantes (Roma, Italia, 2014), Ser Nacional en el CCK (Bs. As., 2016), In-Continente en Rolf Art (Bs. As. 2018), Photography at its Limits en el Houston Center of Photography (Houston, USA, 2019), Pause déjeuner en la Biblioteca Bouches-du-Rhône (Marsella, Francia, 2019).

Ha sido invitado a dar charlas y conferencias en diversas instituciones como Casa de América

(Barcelona, España), Fundación Getty (USA), Festival Gabo (Colombia), Fundación Itau (Brasil), entre otras.

De su obra publicada se destacan Retratos (1993) reeditado en 2006 de Editorial La Azotea, Pop Latino (2000) y Pop Latino Plus (2007) de La Marca Editora, Sub-Realismo Criollo (2003) editado por la Universidad de Salamanca, El Jugador (2007) que integra la colección de Fotógrafos Argentinos, ha sido reeditado en el 2016, Marcos López (2010) de Ediciones Lariviere, Verdad / Consecuencia (2018) y Exceso (2020)

Sus fotografías forman parte de las colecciones del Museo Nacional de Arte Reina Sofía y el

Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León en España, la Fundación Daros Latinamérica en Suiza, Quai Branly, entre otras colecciones públicas y privadas.

La exhibición puede visitarse del 14 de julio al 2 de octubre de 2022, de miércoles a domingos, de 14 a 20 h. La actividad es gratuita y no requiere reserva previa.