Una línea es una sucesión continua e infinita de puntos en un plano, aunque a veces parezca imperceptible. Para que haya un dibujo alcanza solo con una línea y una superficie donde dibujar. Esta exposición se propone expandir los límites naturales del papel y utilizar el espacio expositivo como un ejercicio plástico en donde volcar una serie de esculturas, objetos e instalaciones que tienen en su diseño de origen o en su devenir morfológico al dibujo como matriz de producción.
Samantha Ferro contornea formas sensuales en materiales duros, pesados, rígidos y que son propios de una disciplina aparentemente más cruda. Su trabajo en el plano no es evidente a primera vista, aunque esas secuencias moldeadas con bravura provienen de pequeños dibujos que surgen como bocetos tatuados en su piel.
Florencia Caiazza trabaja con piezas de placas de yeso organizando la mirada alrededor de los puntos en el plano que se producen durante los arreglos de sala en las paredes de museos y galerías. Esas hendiduras, surcos y lastimaduras son reparadas por la artista, obteniendo dibujos involuntarios y de una profunda sensibilidad visual. Su práctica además se expande hacia el sitio específico, diseñando en el bajo escalera de la sala un refugio que aloja una sucesión casi invisible de dedos de yeso que simula un dibujo hecho con las manos.
Matías Malizia interfiere en el espacio al expandir al máximo los límites del plano y llevarlo al límite del colapso. Utiliza para ello las paredes, los pisos y los techos al crear dibujos fungibles y que mutan en el tiempo, solo ayudado por pequeños imanes que sostienen el peso del material y funcionan como conectores del entramado de rectas y curvas que producen la imagen deseada. Su trabajo material, aparentemente duro por el material con el que trabaja, se complementa además con una producción frágil de arcilla negra que evoca otros recorridos posibles del uso de la línea.
Desplegadas a lo largo de las salas de este piso, las obras aquí reunidas promueven un intercambio fluido entre fantasía plástica y realidad. Al dibujar con los materiales, estos artistas pregonan una morfología de la seducción capaz de ablandar las formas rígidas de la línea, volviendo táctil y sensual las dimensiones espaciales e interfiriendo delicadamente la propia naturaleza de esos recursos de uso útil. Curador: Joaquín Barrera
Miércoles a domingo de 14 a 21 h
Entrada gratuita
Espacio Borges
Curador: Joaquin Barrera
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